¿HAY ALGUIEN AHÍ?

De vuelta a Los Ángeles por la ruta 66, tomamos una salida de la autopista en busca de algún sitio donde conseguir un café y estirar un poco las piernas.

Lo único que encontramos abierto fue una tienda que simulaba a una nave espacial y que vendía todo tipo de productos con caras de extraterrestres; camisetas, fundas de teléfono, golosinas, ambientadores de coche…
Vamos, de todo menos café.

Mas tarde me enteré de que era una zona del desierto famosa por sus avistamientos ovnis, me pregunto si los hombrecitos verdes se llevarán un porcentaje de todo ese merchandising con su imagen, yo estaría mosqueada…

Justo cuando nos íbamos a incorporar de nuevo a la autopista vimos a un lado de la carretera un viejo motel que parecía en ruinas, lo que no me esperaba cuando nos acercamos era que fuese tan… ¡increíble!

Ya conocen mi pasión por los sitios abandonados, pero este parecía realmente un plató ambientado a la perfección para el rodaje de una película apocalíptica, muy “The walking dead”… (totalmente enganchada a esta serie).

Si ya parecía todo “muy de peli” imagínense cuando apareció el sheriff de la zona con su bigote, su sombrero y su estrella a ver que hacíamos allí.
Muy majo, nos explicó que el dueño había muerto hace años y sus hijos nunca lograron ponerse de acuerdo en temas de herencia.
Aquella historia me entristeció, me pareció una lástima que hubiesen dejado perderse aquel lugar de ese modo.

¿Quién sabe? Igual aquel señor cuando nos marchamos se quitó el disfraz de sheriff, se subió a su nave y le contó a sus colegas en Marte que otros extranjeros se habían creído la historia de la herencia.

LLevo pantalones de LOVE CULTURE (los ha sacado ZARA iguales),camiseta básica de FOREVER21, cazadora de TOP SHOP, bolso de ZARA, gafas modelo wayfair de RAY-BAN, zapatillas de VANS y gorrito de ROXY.

Les deseo un buen fin de semana y aprovecho para agradecer una vez más el cariño y el respeto con el que siempre comentan mis posts. GRACIAS de corazón.

Con todo mi amor

Raquel

“Una hermana es la que te da su paraguas en la tormenta y después te acompaña a ver el arco iris.”
Karen Brown